Querida Sofía.
Hoy en la mañana me levanté con el mejor ánimo del mundo, al saber que había visto un día antes tus hermosos ojos cafes en la playa mientras la luna se reflejaba en el mar y esos ojos que tanto me hacen temblar como un terremoto azota a una gran ciudad, pero esta vez me toca a mí. Su brillante reflejo que recrea las maravillas de la creación del mundo hace que un roce de labios lleven a un final feliz. La profundidad y serenidad que puedo ver en ellos y mis ganas de llegar más a fondo de lo normal con la seguridad de que pude conocerte. Pero no hay manera de conocer a una persona a través de su lado bueno, en eso llegué a creer cuando vi tanta inseguridad en ti, esa inseguridad que poco a poco te destruye por dentro y entonces descubrí que eres como la luna, si; Muchos han logrado verla por su belleza, como luz en la oscuridad así eres tú pero pocos logran verla de cerca y saber que aquellos cráteres son causados por comentarios que hacen mal a tu vida y que han dejado huella como lo es tu inseguridad. ¡No te preocupes! Eres un satelite natural que da mucha luz a las personas que te aman.
Con amor
Charlie